domingo, 30 de mayo de 2010

EL AMANECER DE LOS VAMPIROS


Jean Rollin, director francés muy poco conocido en nuestro país, rodó durante los años 70 del pasado siglo un buen número de fascinantes películas de culto que hoy son pequeñas joyas del género psicotrónico y fantástico: Desnuda entre las tumbas, Réquiem por un vampiro, La muerta viviente o la que hoy os recomiendo, El amanecer de los vampiros (Le Frisson des vampires, 1970).

Muy en la línea de nuestro queridísimo Jess Franco, aunque mucho más elegante y esteticista, Rollin conjuga en sus films erotismo y sangre, surrealismo, expresionismo y psicodelia, creando con todo ello unas atmósferas poéticas y enrarecidas, magnéticas y alucinadas, casi únicas en su género.

El amanecer de los vampiros tiene todo ello y más: una banda sonora frenética y de lo más lisérgica, un castillo decadente y oscuro, vampiras semidesnudas y unos diálogos delirantes y absurdos que nos desubican contínuamente y no dejan de sorprender...

Como todos los directores de culto, Jean Rollin no deja indiferente a nadie: o apasiona o espanta, o se le venera o rechaza... Personalmente, como buen fetichista, yo os animo desde esta penumbra a videar sus films sin complejos y gozar de las muchísimas sorpresas que guardan.

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El amanecer de los vampiros in You Tube:

viernes, 28 de mayo de 2010

EL PENITENTE

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Tan cruentos fueron mis pecados que opté por la continua penitencia para obtener así la redención. Disciplinas, abrojos y cilicios fueron desde entonces el sustento de mi empeño, la esperanza hiriente de mi salvación. Durante años porté con arrobo el capirote de los disciplinantes y flagelé mi espalda con una furia que ningún otro asceta compartía. Mi arrepentimiento exigía la perpetua mortificación, la laceración de un cuerpo necesitado de dolor, que se extasiaba cada vez más en el martirio. LLegué a ser sólo llaga y piel, el reflejo de una contrición sangrienta que todos despreciaron. Y al fin, tras lustros de dolor, la austeridad de mis costumbres fue la causa de mi muerte.

Había ganado el paraíso ya en la tierra y ascendí custodiado por los ángeles al cielo. Pero habituado a repudiar el gozo y regocijarme tanto tiempo en el dolor, hube de bajar por mi propia voluntad a los infiernos para ser allí mortificado eternamente.


Vicente Muñoz Álvarez, de Marginales (Eje Ediciones, 2008).

Ilustraciones by Mik Baro.

domingo, 16 de mayo de 2010

MÚSICA & POESÍA K-MALEÓNICA

El domingo 16 de mayo, dentro del programa del festival de cultura libre K-maleon, tenemos una jornada de música y poesía en el ambigú del CCAN.

Las actuaciones comienzan con música en la calle a cargo de Roberto Bandín Music. No sabemos con cuántos músicos ni quiénes colaborarán con nuestro amigo Roberto, pero seguro que se rodea de lo mejorcito del lugar, y también es posible que haya alguna participación extra. Mistery…

Los músicos comenzarán en la Pza. de Santo Martino a las 20:30h. y subirán a la buhardilla del CCAN León, donde acompañarán el evento literario de este festival: a eso de las 21:30h. tendrá lugar un recital de poesía a cargo de varios poetas de la ciudad.

Nada menos que Silvia D Chica, Jorge Pascual y Vicente Muñoz Álvarez en el escenario, demostrando que hay pocas cosas más cercanas a la cultura libre que la poesía.

No faltéis, va a merecer la pena.



martes, 11 de mayo de 2010

PLAN 9 en el Diario de León.



Cien escritores y artistas
resucitan «Vinalia Trippers»

Vicente Muñoz Álvarez reúne tres años después a los independientes de la cultura para editar su décimo fanzine

Diario de León
11/05/2010 cristina fanjul león

Vicente Muñoz Álvarez vuelve a reunir a un centenar de autores e ilustradores en un nuevo fanzine de Vinalia Trippers , un proyecto que surgió en 1995 para dar cabida a cierto tipo de textos, cuentos breves en su mayoría, que por sus características temáticas o formales (políticamente incorrectas) no solían encontrar hueco en otro tipo de revistas y suplementos literarios de la época.

Así, decidieron editar esos relatos acompañados de una ilustración que le diera forma y vida, e incluir de manera ocasional algún cómic. Durante aproximadamente seis años, se editaron nueve números del fanzine y otros tantos del suplemento Poemash , cinco libros de bolsillo, y se realizaron varios encuentros de editores independientes. Sin embargo, la llegada de internet puso de algún modo el estoque a Vinalia Trippers hasta que en el año 2006 se resucitó el proyecto, al que se dió el nombre de Tripulantes. El proyecto reunía muchas de las mejores plumas alternativas españolas, descubriendo asimismo al lector algunas voces hasta el momento inéditas. Nacho Abad, Hernán Migoya, Manuel Moya, Antonio Redondo Andújar, Inés Toledo, Norberto Luis Romero o Eladio Orta formaron parte de este barco.

Ahora, tres años y varios proyectos y libros después, Vicente Muñoz vuelve a reunir a la tripulación de esta aventura independiente en la que escriben nombres como Patxi Irurzun, Nacho Abad, Jorge Barco o Joaquín Piqueras. Además, del lado de los ilustradores están Mik Baro, Toño Benavides, Juanjo Ramírez y Adriana Bañares.

Vicente Muñoz explica que los tripulantes regresan después de que Hvaldez propusiera a los que iniciaronla aventura literaria resucitar el fanzine. «Y aquí estamos otra vez, con una bizarra antología de relatos marcianos; una tripulación sideral de ensueño, un brindis al pulp y al pop», destaca.

lunes, 10 de mayo de 2010

ONE YEAR LATER



Hoy hace justo un año que conocí a Jul, compañera y musa on the road, un día en el que me sentía especialmente desubicado y perdido en la tierra.

Estaba atravesando una (muy) mala racha, acaba de terminar la ruta, tenía un tremendo catarro y me encontraba agotado y deprimido y roto...

Hasta que apareció ella y mi corazón volvió a latir de nuevo.

De todo ello di cuenta en su día en un poema titulado Mundo extraño, que subí entonces a este blog y que hoy, un año después, transcribo de nuevo con una emotiva sonrisa en los labios.

La ilustración que lo acompaña es de
Abel García y ha sido realizada ex profeso para el próximo número de la Revista Mitad Doble.

En la foto, poco después rumbo a Lisboa.


MUNDO EXTRAÑO


aquel día

lo recuerdo

me sentía
particularmente
roto

roto
por dentro
y por fuera

rota
la cabeza
el cuerpo
el alma
roto
el corazón

aquel día

lo recuerdo

tenía también
un tremendo
catarro

me lloraban
los ojos
la nariz
la frente
me ardía
pensaba
en la gripe
A

era
un domingo
insufrible
de resaca
y desamor
en la tierra

otro
domingo
más

y tenía pendiente
aquella inexorable
comida anotada
en mi agenda

un compromiso

aquella comida

y me sentía morir
con aquel catarro
a cuestas
pero no podía
evitar ir

me armé de valor
me duché me vestí
llegué reventado
al lugar convenido

y entonces
la vi

(no la conocía
no me la esperaba)

de entre todas
aquellas caras

deslumbrante
y marciana

la vi

e inmediatamente
se esfumó mi tristeza

volvió
a correr
la sangre

a bombear
de nuevo
el corazón

y todo
desde
entonces
fue rodado

era
primavera

era
domingo

era
un mundo
extraño

y era
el comienzo
de una
bella
amistad


Vicente Muñoz Álvarez, del poemario inédito Animales Perdidos.

domingo, 9 de mayo de 2010

PLAN 9 DEL ESPACIO EXTERIOR: Blog, Portada & Prólogos.


Queda ya muy poco para que nuestro psicotrónico Plan 9 salga de imprenta y para calentar motores acabamos de abrir un blog marciano:


al que podéis enviar todo tipo de sugerencias y colaboraciones temáticas.

A continación, los prólogos que abren la nueva etapa del zine:


No supimos nunca lo que iba a durar. Pero ahora sabemos que fue el origen de todo. Cada número una odisea, cada fiesta un desafío, cada colaboración una trinchera... Nos aburría lo que nos ofrecían y pretendimos hacer algo distinto... Mientras agonizaba el milenio... Seis años de frenética actividad creativa, un montón de relatos e ilustraciones, cómics, conciertos y libros, lecturas, proyecciones y encuentros... Y un soplo de aire fresco en aquel asfixiante tiempo de cambio. Después, una hibernación de cinco años... Y a continuación Tripulantes, un colofón de lujo a aquella aventura, que volvió a reunir bajo el sello de Vinalia Trippers a muchos pilotos perdidos. Así hasta que hace algunos meses H Valdez, Guardián de la Cripta, nos propuso muy emotivamente resucitar el fanzine. Y aquí estamos otra vez, viejos y nuevos amigos, celebrando este regreso con una bizarra antología de relatos marcianos y un Poemash en memoria de nuestro admiradísimo Raúl Núñez, alien y freak por méritos propios, que bebe y descansa en los cielos. Una tripulación sideral de ensueño, un brindis al pulp y al pop, y un maquievélico Plan del Espacio Exterior es lo que aquí y ahora, queridos drugos, os ofrecemos. Bienvenidos al Ciberespacio.
Vicente Muñoz Álvarez

EL MUNDO QUE IMAGINO

Conforme la civilización avanza y nos hace la vida más fácil, menos tolera la diferencia. En una democracia consolidada, el principal desvelo de los gobiernos es dictar prohibiciones, cuantas más mejor. La conciencia de que es mucho lo que se tiene que perder acentúa la reacciones de histerismo, miedo y prevención ante casi cualquier novedad. Hasta el vuelo de una mosca puede suponer una amenaza a la salud o la seguridad, por no hablar de las ofensas a la moral o a la fe particulares. Quedan pocos territorios en los que valerse por sí mismo, en los que no haya ley que monopolice el uso de la violencia. Somos cazadores con los colmillos arrancados, obligados a comer lechuga y beber agua embotellada, y todavía nos preguntan por qué gritamos. Nunca hemos estado más controlados, nunca hemos sido menos libres que ahora, que no tenemos un enemigo concreto contra el que dirigir nuestra ira. Así que desde las páginas de Vinalia seguiremos aullando a la luna, escribiendo a los cuatro vientos, tiritando con el frío de los desplazados, quizá para que mañana un cazador de tendencias venga a descubrir la carga de glamour que se escondía bajo nuestros harapos. En un momento de la novela de Chuck Palahniuk : El Club de Lucha, Tyler Durden, el protagonista dice algo más o menos así : “En el mundo que imagino, se cazarán alces en los bosques húmedos que rodearán las ruinas del Centro Rockefeller. Treparemos hasta lo alto de la torre Sears por lianas tan fuertes como mi brazo, y desde arriba podremos ver pequeñas figuras a lo lejos, tendiendo tiras de carne a secar en el arcén de alguna autopista abandonada…” Vinalia Trippers, el mundo que imagino.
Toño Benavides

LOS AÑOS DORADOS

Recuerdo con nostalgia y orgullo aquellos años entre el 96 y el 99 en los que edité el fanzine Atrocity Exhibition y creé la editorial alternativa Neurótika Books. Recuerdo especialmente el intercambio epistolar con la gente de Vinalia Trippers, en particular con Vicente Muñoz, al que conocí uno de aquellos años en un furtivo y acelerado viaje a León. El Barrio Húmedo quedó impregnado para siempre en mi tejido neuronal y la sensación de que algo estaba cambiando; de que estábamos, en definitiva, creando algo importante a través de aquel magma efervescente de fanzines que intercambiábamos con muchas ganas e ilusión a través del correo. Ahí estaba el germen de muchos escritores que hoy suenan fuerte en Internet y que han conseguido publicar sus libros en el caótico mundo editorial de la actual sociedad en crisis. Mirando hacia atrás sin ira sólo puedo pensar que el esfuerzo valió realmente la pena y dar las gracias a todos/-as los que llenaron de vida creativa y esperanza el buzón de correos de mi alma.
José Manuel Vara

Vinalia Trippers es un fanzine con el que siempre estaré en deuda. En sus páginas encontramos nuestro sitio una serie de escritores, entre los que me cuento, que por causa del lenguaje y de la temática de nuestros relatos, o por no contar con padrinos de peso, teníamos vetada la edición de nuestros textos en otras publicaciones, sobre todo en publicaciones de carácter institucional. En una época, la década de los 90, en que los intercambios culturales pasaban necesariamente por las oficinas de correos, Vinalia fue algo así como la isla del Capitán Missión, el personaje de William S. Burroughs: un espacio de total libertad creativa, creatividad que se expresaba no solo ya en los textos incluidos en el fanzine, sino también en la tipografía y en las ilustraciones, ilustraciones de dibujantes que, pasados los años, están a la vanguardia en su arte, léanse Miguel Ángel Martín o Kalvellido o Mik Baro… Y no me olvido de las fiestas de presentación de cada número de Vinalia, por regla general en el mítico CCAN, y siempre contando con la música de grupos cañeros… Y esto me lleva a que Vinalia fue más que un fanzine: fue un punto de encuentro entre narradores alternativos y subterráneos de casi todos los rincones de este país, que compartían las mismas o parecidas inquietudes: ofrecer una alternativa, sólida, a la literatura oficial y a sus cimientos… Pero, además, en lo que a mí respecta, Vinalia Trippers significó iniciar una relación de amistad, que más de diez años después aún perdura, con escritores y artistas a los que admiro, como, no sé, el propio Vicente Muñoz Álvarez o Silvia D. Chica o Alfonso Xen Rabanal o Miguel Ángel Martín, Kalvellido o Mik Baró, entre otros muchos. Por decirlo de otro modo: Vinalia Trippers fue más, mucho más, que un fanzine rompedor, contracultural, fue más que eso: fue el inicio de mi vocación y desarrollo como poeta… Y fue, y es, sobre todo, un hogar, un sitio al que siempre que tengo ocasión vuelvo, para ver a mis friends.
David González

El año 96 quedó marcado sobre todo por dos cosas: no entré en Bellas Artes y me lo tomé sabático. También me saqué el carnet de conducir, lo cual conllevó poder escapar del pueblo con mayor facilidad y aumentar las salidas a la capital leonesa. Uno de los puntos de visita obligada era Drakomics (actualmente Elektra comics) que de aquella regentaba Yolanda. El consumo, hasta el momento reducido al comicbook americano, se abrió a la eclosión noventera del fanzine, zines de comix mayormente… hasta que un día me topé con un tocho con más letras que santos, pero que rezaba en la portada: “incluye comic de Enrique”. Tampoco se trataba de una revista literaria al uso, en la portada una tía de caucho sostenía una especie de reptil en una mano y en la otra unas tijeras, la maquetación iba unos cuantos pasos más allá del amateurismo reprográfico de la época. Acabé ilustrando en aquella publicación y tres años después tuve el triste honor de realizar la portada de la última entrega, la novena, el #8. Vinalia sobre todo jugó un importante papel con sus fiestas de presentación en aquella escena subterránea del León de final de siglo, en aquel panorama en que myspaces o facebooks no existían y las noticias se propagaban a través de carteles fotocopiados o el efectivo “boca a boca”. La aparición de cada nuevo ejemplar se convertía en un verdadero revulsivo, pues además de lecturas y la venta del mismo, convocaba la actuación de una banda local: Buffalo, Las Best-tias, Onzonilla Blues Band, The Chandals... efímeras experiencias: Dingo, o auténticos despropósitos: Jimmy Peich y los Pecadores. A la vuelta de los años puedo culpar a Vinalia como uno de los motivos que me arrastraron a ese interés maldito de mezclar ilustración y rock’n’roll.
Mik Baro

Me gustaba el tipo de letra de Vinalia Trippers, pero nunca quise saber si era una fuente informática. Prefería imaginar que los relatos eran reescritos a mano, tallados a navaja, que aquellas páginas servían para afilar las armas y las fauces hambrientas, para limpiarse la espuma de la rabia y la sangre en los colmillos. Me alegra volver a ser una criatura de la noche, un fugitivo de la selva digital.
Patxi Irurzun

Vinalia Trippers en su primera etapa fue una fiesta, un proyecto loco entre amigos, 9 números llenos de ilusión, de ganas, de literatura, de diseño y de trazos que ilustraban con la humildad de la fotocopiadora y el blanco y negro, fue rock and roll en directo entre montones de gente, el CCAN, el humo y la cerveza, el cómic, la poesía, los desplegables, los pósters y las pegadas, las entradas, los encuentros de editores independientes, donde empezaba a extenderse la telaraña literaria de amistad y el saber que con muy pocos recursos y sin instituciones públicas hacíamos algo grande. Nunca se terminó, nunca hubo un punto final, sabíamos que el germen de Vinalia no moría, luego llegó Tripulantes, bajo el sello del fanzine, y ahora Vinalia Trippers vuelve a resurgir después del merecido descanso, con nuevos vientos en nuestras velas, pero con las mismas ganas, la misma ilusión. Encantada de seguir en la nave proyectando a nuevas gentes con inquietudes, sirviendo de trampolín y volviendo al papel, a la calle, a los bares, a la música desde la poesía, la ilustración o la fotografía.
¡¡Larga vida a Vinalia!! Porque Vinalia es… Pura Vida !!!
Silvia D. Chica

Xen dice lo que siempre ha dicho: Que sí, tío, que se puede hacer algo sin tener que mendigar en despachos y acatar las “orientaciones” del que subvenciona, siendo tú mismo, reivindicando un tipo de literatura que siempre, y es lo que la hace grande, ha estado alejada de la instituciones... Tan alejada que está entre ellas, en la calle que las separa, donde bulle la vida, donde se gesta la realidad... Y seguimos queriendo lo mismo: que la peña salte, vibre, se ponga... lea y se sienta identificado...
Alfonso Xen Rabanal

TIERRA A LA VISTA

Cuando todo el mundo parece obsesionado con lo digital, va el capitán y dice: ¡Volvemos en papel! Convoca a la tripulación y nadie dice que no. Así que izamos de nuevo la bandera y levamos anclas. El Espacio exterior no tiene límites y nosotros no tenemos prisa. El Futuro nos pertenece.
Miguel Ángel Martín

sábado, 8 de mayo de 2010

HOME & FREEDOM


Comienzo a aterrizar ya en mi mundo tras varias semanas con los zapatos a cuestas peleando contra babilona en plena crisis y parece que mi vida interior renace al fin de sus propias cenizas...

Días ásperos, solitarios y oscuros, los pasados, de extrañamiento y deriva, con el disfraz de hombre cuerdo recorriendo las calles y toda la peña alterada, crispada y rota, y todo tan complicado y tremendo y triste...

Pero ya es Primavera en la Tierra y Jul & Wen me sonríen y me espera en la distancia el Largo Verano...

Que nada te turbe, solía decir mi padre en la ruta, que nada nada me turbe, me repito como un mantra una y otra vez mientras voy terminando la ruta...

Y un Cielo Protector que me susurra al oído esta canción...

miércoles, 5 de mayo de 2010

AFINIDADES NARRATIVAS: Una vida modelo.



Hace algunos años apareció en la red un blog de referencia ineludible a la hora de hablar de poesía española contemporánea, Las afinidades electivas, que aglutinó a cientos de poetas más y menos conocidos mediante un curioso sistema de afinidades y nominaciones.

Partiendo de la misma idea, se ha inaugurado recientemente
Afinidades narrativas, centrado esta vez en el ámbito de la prosa, que promete tener la misma repercusión.

Las bases para participar en el proyecto podéis encontrarlas
aquí.

Mi colaboración, el relato titulado
Una vida modelo, incluido en el volumen Mi vida en la penumbra, que transcribo a continuación:


UNA VIDA MODELO

Qué vacío descubre uno en sí mismo/ cuando uno mismo busca su yo interno./ Qué ser desagradable se contempla/ cuando su propio ser uno examina.

José María Fonollosa

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Se despertó cansado y con dolor de cabeza. Con dolor de brazos. Con una insoportable pesadez de espalda.
Eran las siete y diez de la mañana. Igual que todas las mañanas.
Hacía años que no necesitaba ya el despertador. Su reloj interno le marcaba siempre la hora, mecánica, rutinariamente, incluso los días en los que no tenía que ir a trabajar.
Buscó a tientas las zapatillas por la alfombra, para no despertar a su mujer, y salió sin hacer ruido de la habitación.
Mientras se duchaba, enjabonándose lentamente y recibiendo el agua tibia en la cara, pensó de nuevo en lo mismo.
La cosa, ciertamente, estaba llegando a un punto extremo. Tenía cuarentaiséis años, una mujer y dos hijas que alimentar, y no podía soportar más su trabajo.
Se sentía desmotivado y atrapado por la cadena voraz del consumo, por el sistema falso que, como a tantos otros, le quisieron vender: sé productivo, sé responsable, cásate, cómprate un piso, aparenta ser buen padre, buen marido, endéudate, vive por encima de tus posibilidades, de tus necesidades, créatelas, hazte esclavo de ellas, aguanta, revienta, envejece, muérete...
Llevaba casi veinte años trabajando en la misma fábrica, hipotecándose en ella, desgastándose por dentro y por fuera, y se sentía sin fuerzas para continuar haciendo lo mismo.
Había tocado fondo.

Mientras se afeitaba, con la toalla enrollada en la cintura, contempló su rostro en el espejo: las bolsas hinchadas de los ojos, las arrugas en la frente, las manchas parduzcas en su piel. Sin duda alguna, aparentaba más edad de la que realmente tenía.
Desayunó un café y unas galletas, se tomó una aspirina, se vistió en la habitación procurando no hacer ruido y salió de casa.
De camino a la fábrica, siguiendo el recorrido de todos los días, volvió a pensar en lo mismo. Nunca le había resultado divertido el trabajo, pero hasta ese momento había podido siempre con él. Lo consideraba un mal menor, un medio para costearse una forma de vida. Sin embargo, desde hacía algún tiempo, todo había ido cambiando en su cabeza. El trabajo le resultaba, más que nunca, insoportable e inútil, su autoestima se había derrumbado y sentía un desinterés creciente por la mayoría de las cosas que le rodeaban. Como si todo, de la noche a la mañana, careciera por completo de sentido, sus valores, sus esquemas, sus proyectos y su maquinal forma de vida.
Quizá tenga que ser así, pensó, quizá no deba preocuparme, darle vueltas, quizá sea simplemente que me estoy haciendo viejo...
Se detuvo, como cada mañana, en la Churrería del Sur, un pequeño quiosco entre las moles de hormigón, y le sirvieron en la barra su copa de orujo acostumbrada.
Bebió un sorbo y hojeó por encima el periódico: crímenes, guerras, pobreza, descensos en la Bolsa, corrupción política, programas de televisión... Le pareció el mismo guión de siempre, las mismas noticias repetidas una y otra vez, el mismo montaje, la misma dinámica, la misma información: una realidad plagiándose absurda y despiadadamente días tras día.
Bebió otro trago apoyado en la barra y miró a su alrededor. También aquellas, las de sus compañeros, le parecieron de algún modo las mismas caras, las mismas facciones veladas por el mismo cansancio, por la misma náusea, por el mismo miedo. Todos tenían semejantes problemas, semejante trabajo, semejantes familias, veían los mismos programas de televisión y conversaban invariablemente de las mismas cosas. Todos, de una forma u otra, tenían marcado en sus rostros el sello apático de la resignación.
Apuró la copa de orujo y siguió andando por la avenida. La mañana estaba encapotada y ventosa, desapacible, y todo el mundo se dirigía apresuradamente al trabajo, cientos de personas circulando como autómatas por las calles, dispuestas a desempeñar su tedioso papel en el engranaje forzado de la sociedad.
En el fondo - se dijo - les debe pasar a todos lo mismo. Tarde o temprano tienen que pensar que nada tiene sentido, que nada merece realmente la pena... Pero que hay que seguir aguantando...
Cuando llegó a la fábrica, una enorme nave de facturación de piel, se dirigió al vestuario y, como todas las mañanas, se cambió en su taquilla de ropa: un mono de color gris, gafas y guantes protectores y un calzado ancho y holgado.
Entró en la nave, saludó a sus compañeros de turno y conectó su máquina de barbear y cortar piel.
Mientras daba forma al cuero, manejando cuidadosamente las cuchillas, pensó en lo que estaría haciendo entonces su mujer. Habría desayunado ya y estaría vistiéndose para ir al trabajo, otra fábrica semejante a la suya donde, igual que él, había desperdiciado toda su juventud. Imaginó su cuerpo envejecido y cansado enfundándose en la ropa, sus piernas blancas e hinchadas, salpicadas de venillas rojas, deslizándose en las medias, su melena recogida en una insulsa coleta, su cara ojerosa apresuradamente maquillada. La imaginó despertando a las niñas y despidiéndose casi al instante de ellas, bajando a la calle y corriendo bajo el cielo asfixiante y gris de la mañana. Y le pareció, de nuevo, que las cosas no tendrían por qué ser de ese modo.

Entonces, súbitamente, como si despertara al fin de un sueño, decidió hacer lo que había estado planeando casi a diario desde hacía varios meses.
Acercó su brazo a una de las cuchillas, lo situó por encima de la protección del guante de malla, ya a pocos centímetros del codo, y lo introdujo sin pensárselo en la cortadora.
No sintió apenas dolor. Sólo un intenso fuego.
Vio su mano en el suelo, moviendo convulsivamente los dedos en el interior del guante, y su brazo seccionado que comenzaba a sangrar: pequeñas flores brillantes, al principio, que progresivamente fueron aumentando de tamaño hasta teñir su vista de rojo.
Cayó de bruces, golpeándose contra el piso en la frente, y pese a todo, en lo profundo, se sintió en parte aliviado. Inútil al fin para la sociedad.

Antes de gritar, imaginó unas largas y bien merecidas vacaciones.


Vicente Muñoz Álvarez, de Mi vida en la penumbra (Eclipsados, 2008).

Ilustración de Miguel Ángel Martín para Una vida modelo, publicada en el fanzine Vinalia Trippers.


http://afinidadesnarrativas.blogspot.com/2010/04/vicente-munoz-alvarez.html

sábado, 1 de mayo de 2010

DESPERATE LIVING


Una de las cult movies más inmundas del mundo, Desperate Living (1977), de John Waters, es un canto a la subversión y al mal gusto, al frikismo y la caspa, grotesca y excesiva, escatológica, psicotrónica y guarreta hasta el límite de lo inconcebible...

Junto a Pink Flamingos y Female Trouble, Desperate Living completa la Trilogía Trash de John Waters, uno de los más inclasificables e influyentes hitos cinematográficos subterráneos del pasado siglo.

Otra malsana delicia para cinéfilos sin complejos, que desde esta penumbra tengo el placer de recomendar.

Bon appetit !!!

v

Desperate Living in You Tuve

http://www.youtube.com/watch?v=cafQZs8bZsw